miércoles, 26 de agosto de 2009

Poesías y cuentos leidas en el programa del lunes 24/08




Cuando escuché al docto astrónomo...

WALT WHITMAN


Cuando escuché al docto astrónomo,
cuando me presentaron en columnaslas
pruebas y guarismos,
cuando me mostraron las tablas y diagramas
para medir, sumar y dividir,
cuando escuché al astrónomo discurrir
con gran aplauso de la sala,
qué pronto me sentí inexplicablemente
hastiado,
hasta que me escabullí de mi asiento y
me fui a caminar solo,en el húmedo y místico aire nocturno,
mirando de rato en rato,
en silencio perfecto a las estrellas.


Versión de Leandro Wolfson



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Este cuento nos Llegó de la mano de Mirtha Colangelo. visiten el blog: http://lainfanciadelprocedimiento.blogspot.com/

Este relato lo escribió Laura Forchetti. Habla de su pequeño hijo
Victorio y de un suceso maravilloso que compartieron en familia:
¡comieron estrellas y se iluminaron por dentro!.


.Cosas de las poesía.

Hoy Victorio nos dio a comer estrellas.
Imaginamos que después, al apagar las luces de casa, mientras durmiéramos, nuestros cuerpos brillarían en la oscuridad, nuestras panzas como luciérnagas.
Victorio mismo había hecho las estrellas, con masa de pizza que amasaba su papá.
-¿Me das un pedacito?
Y ese pedacito fue tortuga de mar, fue pez y finalmente, cielo.
-Quiero hacer la Cruz del Sur.
-Y dale!-
-También quiero hacer muchas estrellas.
Llenó el molde de bolitas de masa de levadura y la Cruz del Sur al centro.
Las pintamos con huevo y azúcar para que brillen.
Parados frente a la puerta del horno, esperamos verlas aparecer como si fuera la noche y echáramos la cabeza hacia atrás, hasta que corran las nubes y entonces, ahí, las estrellas.
Hemos horneado corazones, corderitos para pascua, libros, osos, canchas de fútbol, pero nunca estrellas hasta ahora.
Esta noche Victorio nos sirvió estrellas en un plato.
Las agarrábamos con la punta de los dedos y las comíamos de a una, entre deseo y deseo.
Y yo pensé en la panera de Cortázar, te acordás:
de golpe el cielo se pone fabulosamente hermoso, las estrellas se meten en esa panera, uno podría pelarlas y comérselas.
Pensé en el misterio de la poesía que se multiplica como peces para alimentarnos y hoy es este niño que salta las casillas de la rayuela con una piedra azul en la mano.

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Laura Forchetti

De oreja a oreja viernes 21, Sur le pont d´avignon

El viernes 21/08/09, en nuestra sección DE OREJA A OREJA, en la que pasamos varias versiones de una misma canción, Sur le pont d´Avignon.
Aqui un videito de Jean Sablon, cantante Francés del siglo xx, interpretando esta canción.



Sur le pont d'Avignon
Chanson enfantine
(Francés)
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Refrain
Sur le pont d'Avignon
On y danse, on y danse
Sur le pont d'Avignon
On y danse tout en rond
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1 Les beaux messieurs font comme ça
Et puis encore comme ça.
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Refrain
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2 Les belles dames font comme ça
Et puis encore comme ça.
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Refrain.
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Sobre el puente de Avignon
Canción infantil
(Español)
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Estribillo
Sobre el puente de Avignon
Todos bailan, todos bailan
Sobre el puente de Avignon
Todos bailan y yo también
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1 Los (bellos) señores hacen así
Y luego además así.
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Estribillo
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2 Las (bellas) señoras hacen así
Y luego además así.
.
Estribillo

miércoles, 19 de agosto de 2009

Cortázar en "el cuarto de los chicos"


En el programa de hoy leimos el cuento Vialidad del libro
Papeles Inesperados,
de Julio Cortázar.
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Aqui esta para todos ustedes.
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Vialidad
Un pobre cronopio va en su automóvil y al llegar a una esquina le fallan los frenos y choca contra otro auto.
Un vigilante se acerca terriblemente y saca una libreta con tapas azules.
¿No sabe manejar, usted? ¿grita el vigilante.
El cronopio lo mira un momento, y luego pregunta:
¿Usted quién es?
El vigilante se queda duro, echa una ojeada a su uniforme como para convencerse de que no hay error.
¿Cómo que quién soy? ¿No ve quién soy?
Yo veo un uniforme de vigilante -explica el cronopio muy afligido-. Usted está dentro del uniforme pero el uniforme no me dice quién es usted.
El vigilante levanta la mano para pegarle, pero en la mano tiene la libreta y en la otra mano el lápiz, de manera que no le pega y se va adelante a copiar el número de la chapa. El cronopio está muy afligido y quisiera no haber chocado, porque ahora le seguirán haciendo preguntas y él no podrá contestarlas ya que no sabe quién se las hace y entre desconocidos uno no puede entenderse.
Julio Cortazar (1952)

Jorge W. Abalos - Coshmi


En el programa del 18 de agosto leimos el texto Coshmi de Jorge W. Abalos, que compartimos aca con ustedes. para mas información sobre Jorge W. Abalos www.educared.org.ar/imaginaria/14/2/abalos.htm

Coshmi
Carroñeros

por Jorge W. Abalos


Despierta sintiendo que lo miran. Permanece inmóvil. Observa a su alrededor sin casi mover los ojos. Ve un par de caranchos posado en un algarrobo, a cierta distancia. Coshmi sabe que estas grandes rapaces se han acercado atraídas por la quietud de su cuerpo. Sonríe con malignidad y se mantiene inmóvil. Otros caranchos han arribado; se cierne un instante en el aire antes de asentarse en los árboles. Observa ahora el planeo de media docena de cuervos. Por la posición, calcula que él es el centro del círculo que dibuja el vuelo. Conoce la maniobra: los caranchos, más atrevidos, se adelantan y comen la presa viva aún. Los cuervos son carroñeros y vienen después. Coshmi quedo.
Los carniceros tienen paciencia; Coshmi, también. El planeo de los cuervos es cada vez más bajo. Coshmi puede ver el extremo de sus alas, ligeramente levantado, cuyas grandes plumas terminales se abren como dedos. Los pájaros se posan al fin, silenciosos, en un alto quebracho. Las negras siluetas, con la cabeza calva metida entre los hombros, se le antojan a Coshmi una reunión de ancianos siniestros. Cree sentir ahora el olor de la carne corrompida. El desprecia al carancho y al cuervo; son cobardes, aunque de distinta cobardía: el carancho es un cobarde agresivo que asume su coraje ante presas indefensas o moribundas, a las que vacía primero los ojos y desgarra luego el vientre, comiendo las entrañas. El cuervo es un gallinoso que espera y participa del festín cuando no hay riesgos. Coshmi respeta al halcón y al gavilán y ¡al águila! El suele mirar, emboscado, cómo estas aves caen desde lo alto sobre la presa, la toman con sus fuertes uñas corvas, se elevan y se la llevan al nido, distribuyendo sangrientos trozos entre los hijos.
El quisiera ser halcón; a veces corre, gacha la cabeza, estirados los brazos hacia atrás y se descarga desde el cielo en vertiginoso vuelo... luego siente entre las garras el peso de la presa palpitante. Sí, el quisiera ser halcón.
Los caranchos han comenzado a acercarse de árbol en árbol, a vuelos cortos. Coshmi, inmóvil. Uno de ellos se asienta en el piso, a prudente distancia y examina la presa. Otro y otro rapaz lo siguen. Se acercan ahora a pequeños, ridículos saltos. Los cuervos, a la espera. Coshmi, quieto. Cuando en tierra los pájaros son media docena y están suficientemente cerca, Coshmi da un salto lanzando fuertes gritos. Sorprendidos y chasqueados, los carniceros levantan vuelo emitiendo destemplados graznidos. Uno de ellos queda enredado en las ramas bajas de un tala y retoma descuajeringado revoloteo cuando logra zafarse. Coshmi ríe a carcajadas y se revuelca, divertido. Se incorpora luego y encara una senda. Evita pisar un acatanca que lleva diligente, con sus patas delanteras levantadas a manera de brazos, una pelotita de estiércol. El insecto le hace recordar a una mujer de luto con la carga en la cabeza. Coshmi sonríe al preguntarse si las acatancas pondrán también sobre su cabeza al pashquil de tela para acomodar el bulto.

lunes, 17 de agosto de 2009

San Martín

En el programa de hoy canciones y textos que tiene que ver con San Martín.

Del CD Nuevas canciones para los actos de colegio, de Sebastián Monk, (www.sebastianmonk.com.ar) esta peciosa canción:

Mi Merceditas letra y música: Sebastián Monk

Merceditas sos mi puerto y mi frontera,
sos la marcha de mis pies al caminar;
Merceditas sos mi escudo y mi trinchera,
Merceditas sos la luz al aclarar.
-
Merceditas sos el verde en primavera,
Merceditas sos el aire del lugar;
Merceditas sos el sol de mi bandera,
y también la brisa buena al navegar.
-
Ya sabés de nada sirven mil medallas
que me dicen que soy hombre de valor,
sólo hay algo por lo que hice mis batallas,
es que quise para vos un país mejor.
-
Merceditas sos mi sol, mi granadera,
sos aliento de mi aliento al respirar,
sos mi brújula al cruzar la cordillera
Merceditas sos la luna sobre el mar.

martes, 4 de agosto de 2009

Algunos Haikus leidos en el programa

El Haiku es un breve poema oriental de diecisiete sílabas.
Este libro, reúne los poemas que, en los últimos diez años, fueron premiados en los concursos organizados por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
Los autores son estudiantes de enseñanaza media y primaria de escuelas de todo el país.




El niño llora
y nadie lo escucha.
Es de la calle.
Edia Almendra.

Eternamente
algas, peces y olas
el mar acuna.
Mónica Ayala.

El otoño es
el llanto de las hojas muertas
en lluvia fresca.
Yamila Elizabeth Catanzano.

Me vio nacer...
¿Cómo no amarte así,
mi frio abril?
Valeria Carolina Frontoni

En este mundo
alguien canta o ríe
día tras día.
Sebastián Silva

Los pies descalzos.
Húmeda tierra buscan
bajo el asfalto.
Ricardo Estanislao Monje

Caballo alado
Embriagado de luz
la fantasía.
Gustavo A. Mendoza

Es el otoño
el dibujante triste
de mi jardín.
Luciana Álamos

La luna clara
besa la arena dulce
el río la observa.
Leandro Ardoy